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Jornada de Atención Integral en Perinatalidad: "Enfoques multidisciplinares para el bienestar Materno-Infantil"

El pasado 12 de marzo se celebró la primera Jornada de Atención Integral en la Perinatalidad, organizada por el Instituto Universitario de la Familia de la Universidad Pontificia de Comillas. El encuentro, con el nombre “Enfoques multidisciplinares para el bienestar Materno-Infantil” forma parte del proyecto de investigación “Bienestar psicológico en la etapa perinatal y calidad del vínculo madre-bebé”, iniciado en septiembre de 2022. La Jornada tuvo el honor de ocupar el Aula Magna de la sede de ICADE, con más de 200 personas que asistieron al evento.

Patrocinada por la Fundación Alicia Koplowitz, esta Jornada tuvo el objetivo de crear un espacio de encuentro para hablar del panorama en la atención a la etapa perinatal y los actuales desafíos. El encuentro se caracterizó por la multidisciplinariedad de los ponentes, contando con investigadoras y profesionales del ámbito de la psicología, neurociencia, obstetricia, ginecología, enfermería y trabajo social.

Acompañada por Ángela Ulloa, directora de programas de la Fundación Alicia Koplowitz, la Jornada fue inaugurada por la directora del Instituto Universitario de la Familia, Ana Berástegui Pedro-Viejo. Berástegui enfatizó la importancia de cuidar los momentos más tempranos de la vida para el futuro desarrollo del niño y la formación de vínculos sólidos y saludables. Desde el Instituto Universitario de la Familia trabajan en la investigación para transferir conocimiento científico y prácticas que ayuden a mejorar el bienestar de las familias, y su directora apuntó que, en la etapa perinatal, convergen múltiples disciplinas, por lo que es crucial tener una mirada amplia.

A continuación, tuvo lugar la ponencia inaugural presentada por la profesora Emma Motrico Martínez, de la Universidad de Sevilla, quien reflexionó acerca de la importancia de la prevención de los problemas de salud mental perinatal. Señaló esta cuestión como un problema de salud pública, ya que una de cada cinco madres, y uno de cada diez padres (o parejas), sufren problemas de salud mental perinatal, siendo la depresión y la ansiedad los trastornos más prevalentes, incluso por encima de otros problemas físicos. Presentó el proyecto e-Perinatal y apeló a la necesidad realizar investigaciones rigurosas y de calidad, para obtener beneficios a largo plazo en nuestra sociedad: “No se tiene que hacer ya, si no que se tiene que hacer bien”.

En la primera mesa redonda, Cristina Ballesteros Sánchez, investigadora del grupo Neuromaternal del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, habló de los cambios cerebrales de la mujer durante el embarazo, y cómo la maternidad supone también un cambio de identidad. María Vega Sanz, investigadora del Instituto Universitario de la Familia, presentó su ponencia titulada “Factores implicados en las dificultades del vínculo madre-hijo a los 18 meses de vida”. En su presentación, destacó algunas variables que afectan a la vinculación con el bebé, como la depresión perinatal y postparto, y señaló que “en consulta no atendemos solo a un paciente, sino a tres: la madre, el bebé y el vínculo entre ambos. Por ello, cuidar el vínculo entre madre-bebé, es cuidar al adulto de mañana”.

La investigadora de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia Comillas, Rocío Rodríguez Rey, presentó el proyecto europeo RiseInFamily, en el que colabora la universidad. Este proyecto, puesto en marcha en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, así como en otras unidades neonatales de Europa, Asia, Norte América y África, trata de entender el impacto que tiene el ingreso de un bebé en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) y busca la integración de la familia en estos cuidados para promover un servicio más humanizado.

También se habló de Violencia Obstétrica de la mano de Amaia Halty Barrutieta, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de Universidad Pontificia de Comillas e investigadora del Instituto Universitario de la Familia. La profesora Halty apunta que se trata de una experiencia silenciada, normalizada y sistémica, que conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas, como el trastorno de estrés postraumático posparto. Se planteó que la erradicación de la violencia obstétrica comienza por admitir que existe. Este debate pudo complementarse en la segunda mesa redonda con la ponencia de Manuel Díez Lomelín, obstetra en la Clínica Bmun, con el título “Vivencia de la Violencia Obstétrica desde el profesional en Ginecología”. Su visión mostró que todavía hay miedo y resistencias por parte del personal sanitario, y es de urgencia cuestionar y revisar ciertas prácticas para poder acompañar mejor a estas mujeres.

Otros retos multidisciplinares de la atención perinatal fueron expuestos en la segunda mesa redonda. Jade Magdaleno García, matrona, sexóloga y profesora en la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios, consideró el tema de la pérdida gestacional y el acompañamiento desde el servicio de enfermería. En su ponencia, mencionó la importancia de cuidar el lenguaje verbal y no verbal, los espacios de privacidad, y respetar el tiempo de la despedida. Mª Carmen Meneses Falcón, profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Sociales la Universidad Pontificia Comillas, habló de la perinatalidad en los regímenes penitenciarios. Destacó que las mujeres constituyen una minoría en las cárceles, lo que ha dado lugar a prácticas de discriminación y desigualdad, incluso en lo que concierne al seguimiento médico de las mujeres embarazadas en prisión.

Por último, la terapeuta y trabajadora social del Programa de apoyo de la Maternidad de la Fundación Acogida, Sandra Vas, trató desde un enfoque ecosistémico el acompañamiento de las madres en situaciones de mayor vulnerabilidad, como madres jóvenes o migrantes, en su ponencia titulada “Atención a mujeres en el ámbito perinatal en contextos de vulnerabilidad social”.

El acto despertó un gran interés por seguir profundizando en el ámbito de lo perinatal, y supuso una puesta en común muy enriquecedora por su carácter multidisciplinar. Como mencionó Ana Berástegui en la clausura de la jornada, además de una transmisión del conocimiento, hubo una profunda transmisión de sensibilidades, con la que “hay que seguir trabajando desde el compromiso, el corazón y la comunidad”.