Perspectivas teóricas
Theoretical Perspectives
Relevancia de la Psicobiografía en el estudio psicológico
Theoretical Perspectives
The relevance of Psychobiography in psychological study
Abigail Jareño Gómez Universidad CEU San Pablo, Madrid, España
Recibido a 7 de Agosto de 2023, Aceptado a 11 de Julio de 2024Resumen
La psicobiografía, pese a contar con un largo recorrido de aplicación en otros países, apenas es conocida en España y mucho menos es empleada en la investigación y formación en psicología. El presente artículo explica y delimita conceptualmente el método de la psicobiografía distinguiéndola de la historia de vida, la patografía, la psicohistoria o el estudio de caso. Ofrece una revisión histórica que abarca desde sus orígenes hasta la actualidad, mostrando el crecimiento y aceptación que ha tenido este tipo de investigación a nivel internacional. A continuación, se hace hincapié en el beneficio de este método para los futuros psicólogos clínicos y de la salud, así como áreas afines, además de sugerir la conveniencia de incorporarla, por tanto, en la formación universitaria.
Abstract
Psychobiography, despite having a long history of application in other ries, is barely known in Spain, and is even less employed in psychological research and training. This article provides a conceptual explanation and delimits the method of psychobiography, distinguishing it from life history, pathography, psychohistory, or case study. It offers a historical review that spans from its origins to the present, showcasing the growth and acceptance that this type of research has gained internationally. Furthermore, emphasis is placed on the benefit for future clinical and health psychologists, as well as related areas of practice, highlighting the importance of incorporating psychobiography into university education.
Palabras clave
psicobiografía, personalidad, metodología cualitativa, formación del psicólogo
Keywords
Psychobiography, personality, qualitative methodology, psychologist training
Páginas Artículo e10
DOI https://doi.org/10.5093/cc2024a8
EPUB 1989-9912-cc-15-2-e10epub.epub
Contenido
Este artículo ofrece una exposición sobre el método de la psicobiografía. Este método ampliamente utilizado en otros países, especialmente Estados Unidos y Sudáfrica, en la investigación psicológica en España es todavía poco conocido y se emplea de forma muy limitada. Así, muchos de sus beneficios ya probados y demostrados a lo largo de la historia se están desaprovechando (Jareño et al., 2023). La ciencia de la psicología busca comprender y profundizar en la psique humana, en su comportamiento, pensamientos y emociones. Es el paso previo a cualquier intervención. La psicobiografía proporciona grandes ventajas en este sentido. Hace que la psicología cobre vida, dado que procura analizar, emplear y aplicar los conceptos y modelos psicológicos a personas reales, de carne y hueso, en la mayoría de las veces, de forma individual e individualizada. Esto lleva a una profundización constante de esta ciencia, a la autorreflexión y autocrítica por parte de quienes investigan en psicología y a incrementar las herramientas o recursos para aquellos que trabajan orientando y ayudando a otros individuos. La psicobiografía, por tanto, se encuentra, intrínsecamente vinculada a los objetivos y acciones más nucleares de la psicología, especialmente, aunque, no de manera exclusiva, en sus vertientes clínica y de salud. Esto justifica la importancia de realizar un artículo que describa, detalle e ilustre en qué consiste este método, su utilidad para los futuros psicólogos y pueda así darse más a conocer en España y, posiblemente, considerarse para incluir de manera habitual en la formación universitaria de estos. Definición y delimitación conceptual La psicobiografía, como describe McAdams (1988), consiste en emplear de modo eficiente las teorías psicológicas para iluminar y aportar coherencia a la vida de los individuos. Puede entenderse también como el estudio detallado, descriptivo y sistemático de individuos destacados a lo largo de diferentes épocas y contextos socioculturales, aplicando un marco psicológico teórico y metodológico específico (Fouché y van Niekerk, 2010). El objetivo de la psicobiografía es la comprensión de la persona (Schultz, 2005a). No busca generalizar o identificar aspectos comunes, sino aproximarse al sujeto particular (Schultz y Lawrence, 2017). La pregunta que busca responder es por qué, no cómo (Schultz, 2014), no es una simple descripción. Habitualmente coloca el foco sobre los recursos mentales del individuo, sus características de personalidad y vida emocional, así como su producción, en caso de estudiar la figura de un artista (Schultz, 2014). Alexander (1990) explicaba que el psicobiógrafo tiende a interesarse por comprender los aspectos controvertidos y difíciles de explicar de la vida de una persona. Por ello utiliza como método principal la observación detenida, directa y sistemática, junto con la posterior interpretación empleando las teorías psicológicas sobre personalidad existentes. La psicobiografía se encuentra, por tanto, dentro del marco de la investigación cualitativa (Jareño, Noriega y Chiclana, 2019), y es de carácter multi-metodológico (Schultz, 2005b). Conviene distinguir la psicobiografía de otros métodos de investigación:
Freud es el primero en usar lo que hoy conocemos como psicobiografía, aunque sus verdaderos orígenes se remontan a los trabajos de Plutarco (entre los años 45 y 125 d. C.), que puso su atención en políticos e historiadores. Más adelante, Giorgio Vasari, en el siglo XVI escribió Lives of the artists, reimpresa y traducida al español en numerosas ocasiones. Así vemos cómo el interés por la relación entre creatividad y psicología del artista es una de las razones por la cual esta metodología emergió (Kőváry, 2011). En 1910 Freud escribe un ensayo sobre Leonardo Da Vinci y años después realiza también análisis sobre las figuras de Goethe y de Dostoyevski. Algunos investigadores aportan, también, que convendría considerar en estos orígenes a Wilhelm Dilthey y el desarrollo de la teoría hermenéutica, muy en consonancia con los principios del método de la psicobiografía (Kőváry y Kovács, 2021). Años después del trabajo de Freud otros profesionales del psicoanálisis comenzaron a usar la psicobiografía para estudiar a diferentes artistas, como al escritor Shakespeare o al músico Wagner, esta última publicada por el psicoanalista Graaf (1911). No obstante, en general todos estos trabajos recibieron críticas ya que los análisis psicobiográficos parecían estar muy dominados o influenciados por los aspectos psicopatológicos, desvirtuando la intención primera de este método (Kőváry, 2011). Afortunadamente otros autores y profesionales del campo de la psicología, incluso dentro de la corriente del psicoanálisis se preocuparon por clarificar y delimitar mejor esta metodología. En la década de 1950 Ernst Kris escribe un capítulo de libro dedicado a ello, La imagen del artista, y menciona esa tendencia a buscar explicación de la genialidad en la infancia (Kris, 2000). David Beres (1959) también aporta su grano de arena queriendo expresar que el analista tiene que limitar su interés, y tener cuidado de no identificarse con el sujeto o traspasar/volcarle sentimientos de hostilidad. Hace énfasis también en entender que la relación entre las especificidades psicológicas del sujeto y su producción artística no siempre es tan evidente. Es a partir de la década de 1930 cuando esta psicobiografía tradicional, aun habiendo perdido popularidad y credibilidad, no queda ya restringida al psicoanálisis. Surge así la personología, una aproximación centrada en la exploración del individuo a través de las historias de vida, y que es promulgada por los psicólogos Gordon Allport y Henry A. Murray (Kőváry, 2011). Murray, el creador del Thematic Apperception Test (TAT), inicialmente formado como biólogo, se convierte en un importante psicólogo de la personalidad. En 1938 publica Explorations in personality, presentando los conceptos que darían lugar a la Personología. Allport (1961), por su parte, recalca que la historia de vida de una persona es la única dimensión que descubre la individualidad. Cuando hablamos de la personalidad humana, a menudo nos referimos a la historia de su vida (Kőváry, 2011). Lamentablemente en la segunda mitad del siglo XX, tras la II Guerra Mundial con especial motivo, la aproximación nomotética, que busca formular reglas universales, se convierte en la principal tendencia, por lo que el psicoanálisis y la personología quedan relegadas (Barenbaum y Winter, 2003; Runyan, 1997). No obstante, se crea dentro la psicología de la personalidad norteamericana una corriente o aproximación metodológica que incluye las tradiciones psicodinámica y personológica, junto con la psicología narrativa. A este grupo de mirada más amplia, según Runyan (2005), ha de llamársele psicología histórico-interpretativa. Esta tercera forma de analizar la personalidad se usa en psicobiografías entre otros métodos. Paulatinamente la psicobiografía va recuperando peso. Esto se debe especialmente a dos factores: por un lado, la aproximación nomotética de la personalidad empieza a recibir críticas, entre otras, provenientes de Rae Carlson (1971) en su obra Where is the person in personality research; paralelamente, se produce una mayor aceptación por parte de la psicología de la personalidad y de la psicología aplicada de los análisis de historias de vida (Kőváry, 2011). Erik H. Erikson sobrepasó los límites de la psicobiografía y planteó la importancia de trazar un puente entre la psicología y la historia, siendo considerado el iniciador de la metodología de la psicohistoria con la obra Young man Luther, que publicó por primera vez en 1958 (Erikson, 1993) y posteriormente con Gandhi’s truth. On the origins of militant nonviolence (Erikson, 1969). Los trabajos de James Anderson, Irving Alexander, William Runyan, Alan C. Elms, Dan McAdams y Todd Schultz, entre otros, logran un impulso definitivo en la expansión de la psicobiografía. En parte gracias al incremento en popularidad de la Psicología narrativa (Jareño et al., 2019). Así, William Runyan (1982a) escribe Life histories and Psychobiography: Explorations in Theory and Method. Dan P. McAdams, que integra la corriente narrativa con la personología de Murray y la teoría de la identidad de Erikson, publica en 1988 Psychobiography and life narratives, con Richard Ochberg. En su opinión, las dinámicas narrativas propias de las historias de vida de los sujetos aseguran los objetivos y unidad de la personalidad, es decir, su identidad. Este psicólogo desarrolla un modelo de identidad/historia de vida que puede ser empleado en el análisis de una psicobiografía (Kőváry, 2011). En ese mismo año, 1988, la revista Journal of Personality publica un monográfico sobre Psicobiografía, que posteriormente fue publicado como libro bajo el título Psychobiography and life narratives, escrito por McAdams, Elms, Anderson, Runyan, Alexander, Rae Carlson, David Winter, Richard Ochberg y otros. En la actualidad, en el siglo XXI, se ha observado un claro incremento de publicaciones académicas sobre este método. En el Handbook of research methods in personality psychology, Elms (2007) escribe un capítulo específico sobre psicobiografía. William Todd Schultz publica Handbook of psychobiography, una compilación de capítulos explicativos sobre la psicobiografía, en el que han participado McAdams, Runyan, Elms, Alexander, Anderson, Ogilvie, Atwood entre otros (Schultz, 2005a). En 2021, la revista Europe’s Journal of Psychology saca adelante un interesante número editado por Claude Mayer, Paul Fouché y Roelf van Niekerk, sobre la aportación de las psicobiografías a la comprensión del sentido de la vida. Los libros New trends of psychobiography de Mayer y Kóvary (2019), Psychobiographical Illustrations on Meaning and Identity in Sociocultural Contexts (Mayer et al., 2021b), Beyond Weird: Psychobiography In Times Of Transcultural And Transdisciplinary Perspectives (Mayer, et al., 2023) y los próximos dos manuales cuya publicación está prevista el año 2024, Psychobiography: In Search of the Inner Life , de James W. Anderson y The Psychobiographer’s Handbook: A Practical Guide to Research and Ethics, de Joseph Ponterotto, son la prueba inequívoca de que este método tiene un largo recorrido y mucho que aportar en el campo académico y profesional. En relación con trabajos divulgativos basados en estas investigaciones, An Emergency in Slow Motion: The Inner Life of Diane Arbus (Schultz, 2011a), Tiny Terror: Why Truman Capote (Almost) Wrote Answered Prayers (Schultz, 2011b), George W. Bush and the Redemptive dream: A psychological portrait (McAdams, 2011), A Psychobiography of Bobby Fischer: Understanding the genius, mystery, and psychological decline of a world chess champion (Ponterotto, 2012), Lucy in the mind of Lennon (Kasser, 2013), The life of Helen Suzman: a psychobiographical study (Nel, 2013), The life of Steve Jobs: a psychobiographical study (du Plessis, 2016), Creative works of Paulo Coelho: a psychobiography from a Positive Psychology Perspective (Mayer, 2017), Life come shining: the transformations of Bob Dylan (McCarron, 2017), Goethe’s Path to Creativity: A Psycho-Biography of the Eminent Politician, Scientist and Poet (Rainer Holm-Hadulla, 2018), A Psychobiography of Viktor E. Frankl: Using Adversity for Life Transformation (Krasovska y Mayer, 2021) y Ludwig van Beethoven. Humor, genio y corazón (Jareño, 2022) son ejemplos pensados y publicados por los psicólogos psicobiógrafos con el fin de generar impacto directo en la sociedad, por tanto, traspasar los muros de la comunidad científica, haciendo llegar las conclusiones sobre la psicología de los individuos, a otros individuos que puedan beneficiarse de ello. Esto, como puede deducirse, es fruto de esta creciente expansión. La psicobiografía, como método de estudio, ha demostrado ser valiosa a lo largo de su larga trayectoria histórica. Aunque la mera duración de su existencia no es suficiente justificación para respaldar su valor y beneficios, sí sirve para contextualizarla y resaltar el reconocimiento que ha obtenido de muchos profesionales de la psicología. Estos expertos han descubierto y trabajado activamente con los beneficios que ofrece este enfoque, lo cual respalda su importancia en el campo de la psicología. En este sentido, es relevante destacar los principales aportes que la psicobiografía brinda a la disciplina en el área de la salud y el acompañamiento (Jareño et al., 2023). Planteamiento de nuevas teorías Elms (1994) afirma que la psicobiografía presenta un gran potencial para solucionar varios problemas que enfrenta la psicología. Al enfocarse en lo personalmente significativo en lugar de lo estadísticamente significativo, la psicobiografía permite comprender casos individuales relevantes y, a su vez, desarrollar nuevas teorías en el campo. Importantes teóricos como Freud, Maslow o Erickson se inspiraron en historias de vida concretas como Leonardo Da Vinci, Ruth Benedict y Max Wertheimer, o Martin Luther King respectivamente. Puede, asimismo, ayudar a estos teóricos a repensar sus teorías o a validar las propuestas en situaciones, por ejemplo, en las que el concepto empleado o la teoría elegida no parece que explique adecuadamente el fenómeno que se está tratando analizar (Elms, 2007). El investigador podría emplear esa psicobiografía para refutar o confirmar la utilidad de la teoría (Schultz, 2005a). Esto puede tener un impacto significativo en el ámbito educativo, tal como planteó originalmente en el siglo XX el psicólogo Murray, junto con Kluckholn y Schneider en 1953. Interdisciplinariedad e integración La escritura de una psicobiografía requiere un trabajo minucioso y profundo, ya que implica la integración original y creativa de conocimientos psicológicos provenientes de diferentes subcampos, como por ejemplo la psicología social, la psicología evolutiva, y la psicología de la personalidad, así como otras disciplinas adyacentes, como pueden ser la antropología, la sociología o la lingüística entre otras (Kóváry y Kóvacs, 2021; Ponterotto, 2017). A medida que profundizamos en la vida real de un individuo, más allá de las investigaciones empíricas cuantitativas, nuestra comprensión de la naturaleza humana y el comportamiento se enriquece y amplía poderosamente (Dilthey, 1997). Trabajo personal de toma de consciencia La psicobiografía promueve el autoconocimiento del psicobiógrafo, ya que el proceso de comprender al otro y a uno mismo van de la mano. Al adoptar este enfoque, los profesionales pueden desarrollar una comprensión no solamente más profunda de los demás, sino de sí mismos (Kóváry, 2018). La personalidad del psicólogo es uno de los factores que más influyen en los resultados de una psicoterapia. Psicólogos tan reconocidos como Otto Rank y Carl Rogers en sus respectivas escuelas ya enfatizaron el valor de la personalidad en el proceso terapéutico, así como éxito de la terapia y, por tanto, el peso que tiene el hecho de ser consciente de cómo es uno (Kramer, 2019). Aparece esta misma idea en las investigaciones sobre los factores comunes de las terapias (Duncan, 2002). Por tanto, es de alta importancia que además de desarrollar habilidades técnicas, el profesional de la psicología conozca cómo es y por qué es así, y esto le ayude a convertirse en la persona y en el psicólogo que quiere y desea. La psicobiografía contribuye a ello. Relación con el otro El análisis psicobiográfico, además de ser trabajo intelectual, también involucra una conexión emocional que se produce a lo largo de toda la investigación. Esta conexión emocional desempeña un papel motivador crucial y los psicólogos deben aprender a manejarla adecuadamente. La psicobiografía abarca numerosos aspectos personales y psicológicos, desde el mismo comienzo, como, por ejemplo, la elección del sujeto, que son de gran relevancia (Elms, 2007). Si los psicólogos son conscientes de sus propios motivos psicológicos a través de la reflexividad (Preissle y DeMarrais, 2015), pueden contribuir a un desempeño personal y profesional suficientemente cuidado, que enriquezca la relación establecida entre individuo y psicólogo. Como explica Anderson (1981), para realizar una buena psicobiografía no hablamos de lograr la ‘objetividad’ científica, sino de desarrollar una relación que le ayude en la escucha. Se trata de un trabajo que demandará un número muy alto de horas de lectura y reflexión sobre la vida de un solo individuo. El psicobiógrafo deberá ir conformando un vínculo con el sujeto investigado que le ayude a absorber adecuadamente toda información relevante. Es lo equivalente, por tanto, a una relación de ayuda, como bien explicaría Rogers (Kramer, 2019). Mirada más amplia Un aspecto destacable de la psicobiografía, especialmente más contemporánea, es que fomenta que los estudiantes de psicología vayan más allá de la psicopatología y se centren en preguntas existenciales más profundas, como la búsqueda del sentido de la vida o la reflexión sobre la identidad (Kőváry, 2018, 2019). Este enfoque puede arrojar luz y brindar una perspectiva más amplia sobre la salud mental, como bien explica el psicobiógrafo Schultz (2005c), dado que, de este modo, no es una mera descripción centrada en la posible psicopatología o dificultad psicológica, sino una búsqueda de la comprensión del hombre más holística. Teniendo en cuenta el recorrido histórico que la psicobiografía tiene, el continuo desarrollo que este método está experimentando, y las aportaciones que ofrece, es pertinente reflexionar acerca de la conveniencia de incorporar la psicobiografía en los programas de formación universitaria del psicólogo, especialmente cuando es sabido que hay un número muy amplio de graduados que tienen por objetivo dedicarse a la práctica clínica, de salud o acompañamiento en su ejercicio profesional. Lo que se observa es que la formación universitaria y la posterior aplicación profesional de los psicólogos, especialmente en los ámbitos de salud y acompañamiento, manifiestan discrepancias en relación con su enfoque ontológico y epistemológico. La educación universitaria en psicología se centra en estándares de investigación académica, fundamentada en modelos y teorías científicas procedentes de enfoques cuantitativos y científico-naturales en su mayoría. Se prioriza el estudio de enfoques nomotéticos y métodos de investigación cuantitativa. La objetividad científica y la explicación objetiva de fenómenos son aspectos centrales en este contexto. De alguna forma, se podría decir que el positivismo y el materialismo cartesiano se consideran marcos meta-teóricos implícitos en la educación universitaria en psicología. En la práctica clínica y de salud, así como en otras áreas de acompañamiento que el psicólogo puede ejercer, el profesional enseguida se da cuenta de que es necesario un enfoque diferente y complementario. Para comprender a los pacientes, los psicólogos la mayor parte del tiempo tienen que centrarse en lo individual y en los aspectos personales. Además de utilizar conocimientos básicos sobre la “naturaleza humana” y las especificidades de grupos particulares, estos profesionales deben desarrollar su propia forma de conectarse con la personalidad única de sus clientes para comprenderlos. Para lograr esto, tienen que aplicar algo similar a lo que Robert Stolorow, George Atwood y Donna Orange llaman “contextualismo fenomenológico” (Stolorow y Atwood, 1992; Stolorow, 2011). Se trata de lidiar con experiencias emocionales personales (“fenomenológicas”) organizadas en contextos intersubjetivos, interpersonales, históricos de vida, culturales e históricos (“contextualismo”). Teniendo en cuenta todos estos aspectos, el psicólogo y el paciente despliegan juntos la estructura, el patrón y el significado del comportamiento y las experiencias del paciente. Decir “juntos” significa que se tomará en consideración el punto de vista de la primera persona (la perspectiva del paciente) y el punto de vista la de tercera persona, es decir, del psicólogo (Gallagher y Zahavi, 2012). Donde las perspectivas subjetivas coincidan y se superpongan, gracias a las habilidades empáticas del psicólogo y a la capacidad introspectiva del cliente, se constituirá la comprensión mutua; se constituye la “intersubjetividad”. Aquí es donde la formación en psicobiografía se presenta como una opción que encaja perfectamente con las necesidades reales de la práctica clínica. Al adoptar un enfoque fenomenológico y “contextualista”, el método de la psicobiografía permite a los profesionales de la psicología de intervención centrarse en los aspectos individuales y personales de sus pacientes. Mediante una comprensión profunda de la vida y la experiencia de una persona, es posible adquirir conocimientos significativos y pertinentes para el tratamiento. La formación en psicobiografía y el uso de la psicobiografía como método de investigación, proporciona una perspectiva más amplia que va más allá de los enfoques únicamente científicos y cuantitativos. Al analizar la historia personal, los eventos significativos, las relaciones y los desafíos enfrentados por un individuo, se puede comprender mejor su comportamiento y sus motivaciones. Este enfoque más holístico y narrativo es fundamental para el trabajo clínico, y, en definitiva, el trabajo con personas, donde la subjetividad y la singularidad de cada individuo deben ser tenidas en cuenta. Además, la psicobiografía ofrece a los estudiantes de psicología la oportunidad de explorar preguntas existenciales más profundas, trascendiendo la mera comprensión de la psicopatología, dado que, al estudiar las vidas de personas destacadas o anónimas, los estudiantes pueden reflexionar sobre cuestiones relacionadas con el propósito de la vida, el significado, la identidad, el liderazgo y el crecimiento personal. Esto amplía su perspectiva y los prepara para abordar de manera más efectiva los desafíos complejos que enfrentarán en su práctica profesional con sus pacientes y clientes. En resumen, el método de la psicobiografía, de largo recorrido histórico apenas ha sido aprovechado en España, pese a que ha demostrado ser un método valioso en el campo de la psicología, brindando beneficios tanto en la comprensión de casos individuales relevantes como en la formación de psicólogos clínicos. Este artículo y su revisión tenían por objetivo dar a conocer precisamente en qué consiste este método, sus objetivos y aportaciones, mostrar su trayectoria y expansión y reflexionar sobre su inclusión en el currículo formativo. Teniendo en cuenta que, por su naturaleza, sus objetivos encajan perfectamente con el foco nuclear y principal de la ciencia de la psicología, que es comprender la psique humana a través del estudio de los individuos, incorporar la psicobiografía a la investigación psicológica y a la formación del psicólogo en España, sería en todos sus aspectos beneficioso y enriquecedor. Para citar este artículo: Jareño Gómez, A. (2024). Relevancia de la Psicobiografía en el estudio psicológico. Clínica Contemporánea, 15(2), Artículo e10. https://doi.org/10.5093/cc2024a8 |
Correspondencia
Para citar este artículo: Gómez, A. J. (2024). Relevancia de la Psicobiografía en el estudio psicológico. Clínica Contemporánea, 15(2), Artículo e10. https://doi.org/10.5093/cc2024a8
La correspondencia sobre este artículo debe ser enviada a Abigail Jareño Gómez. E-mail: abigail.jarenogomez@ceu.es